Olaf Scholz (SPD), el Bundeskanzler (Canciller Alemán), recordará por siempre aquel 27 de febrero del año 2022. Aquella tarde, en una sesión especial en el Bundestag (Parlamento Federal) motivada por los acontecimientos llevados a cabo por el Presidente de la Federación Rusa Vladimir Putin, Scholz llamó a un »Zeitenwende«. De hecho, fue una de las palabras que más mencionó en su discurso . Para ser más exactos unas siete veces.
La palabra »Zeitenwende« la cual significa cambio de época, se terminó volviendo un concepto icónico en sí mismo, tanto que incluso en países no germano-parlantes es utilizada para describir lo que comenzó aquella tarde el 23 de febrero del año 2022 cuando Putin le declara la guerra a Ucrania, concretando sus hechos el día siguiente cuando dio comienzo la invasión.
»Zeitenwende « como concepto
Casi inmediatamente después de las declaraciones de Scholz en el Bundestag, Alemania entera se hizo dueña de esa famosa palabra, la prensa publicó al día siguiente en todos los periódicos la famosa frase dicha por el Bundeskanzler: »Wir erleben eine Zeitenwende«, es decir, estamos viviendo un cambio de época, de tiempos. Lo que pocos notaron es que Scholz jamás mencionó en ese discurso que era Alemania quien vivía ese cambio de época, es más si continuamos la frase: »Wir erleben eine ›Zeitenwende‹. Und das bedeutet: Die Welt danach ist nicht mehr dieselbe wie die Welt davor.« Haciendo la observación de que la oración siguiente es fundamental, ya que allí se dice que »el mundo después de esto no es el mismo que el de antes«.
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Scholz nunca se refirió a un cambio de época en Alemania, durante toda la disertación hacía alusión al conflicto entre Ucrania y Rusia, pero jamás agregó el concepto de que el »Zeitenwende« se aplicaba a la esfera nacional. Eso fue trabajo de la prensa, pero Scholz en sí mismo nunca lo mencionó.
Solo son elementos
Hasta ahora no existe un cambio de época en Alemania, al menos no completamente y dicha estructura a la que todos llaman por su nombre, por su revolución y por sus implicaciones solo tuvo 2 cambios: una partida de 100 billones de Euros para el ejército alemán y hacer posible el envió de armas a una zona de guerra.
Esos son simplemente elementos del conjunto que soporta la estructura del »Zeitenwende«, elementos que no conforman la totalidad del mismo. Para describir un conjunto perfectamente uno tiene que citar todos sus elementos y poder definirlos claramente. Este no es el caso.
La resistencia ucraniana cambió la concepción
Un efecto que me pareció muy interesante es estudiar desde las primeras semanas del comienzo del conflicto era lo que yo llamé »concepción de amenaza«. Esta será definida como el nivel de amenaza que representa Rusia para los países Europeos. De hecho, no solo yo estudié y observé con atención dicho efecto, también lo hicieron los expertos en política exterior de seguridad, así como los diplomáticos, solo que ellos no le dieron un nombre. Al comienzo de la invasión para muchos era claro que Kiev caería en cuestión de semanas, un mes como máximo, ahí la concepción de amenaza era máxima. Pero ¿con base en qué? Dicha definición para estar completa necesita de dos elementos fundamentales: una amenaza respecto a algo y la forma en medir como se materializa está.
Comenzamos ocupándonos del primer elemento, el del objeto que haría dependiente está amenaza. Se trata de que tan cerca estaría Putin de los países del Báltico. Tomando como referencia Rusia, cuanto más cerca de Kiev mayor será esta concepción de amenaza, cuando más lejos menor. Pero aún no estamos midiendo como esta se materializa. Para esto tenemos que analizar algunos casos particulares.
El primer caso es el siguiente: Vladimir Putin toma Kiev en un tiempo »x« y sigue marcando su agresividad contra otros territorios ucranianos. En este caso, la concepción será maximal, ya que para la diplomacia europea significaría que Putin podría atreverse a más. El segundo caso de relevancia es: Vladimir Putin toma Kiev en un tiempo »x«, pero se detiene ahí. Aquí al principio la concepción también sería maximal, pero entra en juego una variable importante, el tiempo.
El tiempo es clave, y nadie notó eso. Es decir, ambas situaciones son idénticas aunque el lector no lo haya notado. La diferencia es lo que pasa en el tiempo »t« luego de la llegada del ejército ruso a Kiev. Ambas situaciones hubiesen maximizado la concepción de amenaza, pero existe un tiempo »t«, a partir de cuál divergen, basado en la decisión del Presidente Putin.
Las concepciones alemanas dependieron del tiempo »t«
»t« no debe ser tomado a la ligera. De hecho es el punto. Para ello propongo la siguiente conjetura: si la concepción de amenaza hubiese aumentado una vez alcanzado el tiempo »t« se hubiese dado el verdadero »Zeitenwende«. ¡El problema fue que nunca siquiera se alcanzó el punto »t«! Ya que él mismo hace referencia a la llegada del ejército ruso a Kiev.
Cuando la diplomacia alemana vio que Ucrania opuso resistencia, la concepción de amenaza comenzó a bajar, ya no era la misma que al principio, lo que hizo ralentizar el »Zeitenwende« y entrar en un »Zeitenwende no maximal« es decir, mantener la misma burocracia y líneas generales de actuación. Es por esto que el Presidente Zelenksi pelea tanto explicando los riesgos para Europa y el mundo, él sabe que debe de maximizar esa concepción de la amenaza, ya que de eso depende la situación y la capacidad de resistir de su nación.
Muchos podría aludir a que efectivamente hay un »Zeitenwende«, por ejemplo, en la energía. Claro que lo hay, pero siguen dependiendo de la concepción de la amenaza. En un plazo pequeño de tiempo, luego de comenzada la invasión, se planeó una terminal de gas licuado a presión. Se hizo en tiempo récord. Pero la concepción bajó y en este »Zeitenwende no maximal« todos saben que tardará años en realizarse.
Nahuel González Frugoni
