Un diplomático poco diplomático

Pocas veces se ve algo parecido a Andrij Melnyk, un diplomático poco diplomático si nos atamos rigurosamente a la definición de lo que es »hacer diplomacia«. Ahora, si la diplomacia se trata de lograr objetivos para defender los intereses de la nación a la cual se debe representar, Melnyk se lleva todos los laureles.

Aunque ahora ocupa el puesto de Embajador Ucraniano en Brasil, fue hasta hace algunos meses Embajador en Alemania y ahí le tocó la misión de conseguir ayuda para defender los intereses de su país, luego de la invasión perpetrada por el Presidente ruso, Vladimir Putin. No solo tuvo la difícil misión de conseguir equipamiento militar para Ucrania, también debió luchar con la duda alemana de qué hacer respecto al tema de Ucrania. El mismo se encargó de despejarle al gobierno esas dudas, incluso consiguiendo apoyos en el sector privado armamentístico alemán, los cuales, como él mismo llegó a declarar, son »personas muy amables«. Esta aprobación y compromiso de estas »personas amables« fue clave en la presión ejercida por el diplomático sobre el Canciller Alemán, Olaf Scholz (SPD) y la Ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock (Bündnis 90/Die Grünen).

Siempre elegante y con un alemán casi perfecto, Melnyk desde el 24 de Febrero del 2022, cuando dio comienzo a la invasión, se mostró decepcionado sobre el poco apoyo del gobierno Alemán. Se volvió la cara de Ucrania en los programas de televisión, aunque no tanto para explicar sobre cómo se estaba desarrollando la situación en Ucrania, más bien aparecía para criticar duramente la política alemana, algo de lo cual un diplomático »normal« lo pensaría dos veces antes de atreverse. Pero en la discusión se pierde mucho y la verdadera esencia muchas veces queda esfumada o bien encandilada por comentarios superficiales. Más bien vale la pena analizar que gracias al tipo duro de Kiev, aquel que aparece elegante frente a las cámaras para hacer temblar a todos, Ucrania logró conseguir todo lo que se propuso de Alemania.

La guerra tenía solo 10 horas cuando Andrij Melnyk estaba situado frente a las cámaras de los principales medios alemanes y lanzó una frase que tuvo a los alemanes en vilo durante esa noche: »La agresión militar de Putin tiene una dimensión que no habíamos visto desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial.« Esta guerra no era como las demás, él lo entendió y necesitaba que los alemanes lo entendieran rápidamente, incluso declaró luego: »Rusia le declaró la guerra a Europa«. Desde ese momento Melnyk pasó a ser sin dudas el diplomático más conocido frente a los alemanes, pero aún no se había convertido en el diplomático menos diplomático de todos.

Un Embajador opositor y con artillería verbal

En medio de la guerra, él siempre le dijo a los alemanes en la cara algo que formaba parte del discurso de la oposición, empezó lentamente a criticar fuertemente a políticos de alto rango. El primero fue nada más ni nada menos que el Bundespräsident (Presidente Federal de Alemania) Frank-Walter Steinmeier (SPD), acusándolo de »cínico«, ya que con la construcción del Gasoducto Nord-Stream II »tendió prácticamente el último puente entre Rusia y Europa« El ucraniano también criticó duramente que Steinmeier haya igualado a Rusia con la Unión Soviética. La historia comenzó mal y terminó bien. Steinmeier como consecuencia de estas acusaciones públicas, suspendió un viaje que tenía programado hacia Kiev. Todo comenzó con una nota del periódico alemán »Der Tagesspiegel« titulada como: »Andrij Melnyk im Interview: Ukraine-Botschafter rechnet mit Steinmeier ab – und fordert mehr schwere Waffen« o en su traducción al español: »Entrevista a Andrij Melnyk: El Embajador Ucraniano salda cuentas con Steinmeier y pide más armas pesadas«

Si uno lee esa entrevista más que un Embajador, parece el líder de la oposición alemana quien está expresándose. La entrevista está plagada de críticas al Presidente Federal Steinmeier. »Para Steinmeier, las relaciones con Rusia eran y siguen siendo fundamentales, incluso sagradas, pase lo que pase« y luego procede a afinar más la crítica diciendo: »Parece compartir la idea« del presidente ruso, Vladímir Putin, »de que los ucranianos no son en realidad un pueblo«. Si bien ya estamos en el terreno del diplomático menos diplomático, aún debemos meternos en la efectividad y hay una frase que también formó parte de la entrevista que no debe de pasar para nada desapercibida. En determinado momento de la entrevista, cuando parecía que las críticas cesaban, Melnyk se atrevió a más diciendo: »La guerra de Ucrania no juega ningún papel en las relaciones con Rusia.« Esta frase fue de las que más se dispersaron por la prensa alemana, y fue una de las que puso todos los focos sobre el negociador de Kiev. De ahí en más quedaron demostradas las virtudes de esta nueva diplomacia impuesta en Berlín, lo cierto que es Alemania envió las armas y se comprometió a ayudar a Ucrania »con lo que sea necesario«.

El negociador de armas de Ucrania

Así mismo se nombró el actual Embajador Ucraniano en Brasil, él se veía como el »negociador de armas de Ucrania« y eso fue lo que Zelensky le encomendó como tarea, una tarea durísima incluso permanece desconocido para la mayoría que Zelenski despidió en marzo del año 2022 a 2 Diplomáticos por declararlos como »incapaces«. Se trata de quien fue Embajadora en Marruecos, también despidió por las mismas razones al Embajador en Georgia. Fue durísimo, expresándoles textualmente que »se busquen un nuevo trabajo«. »Hay algunos que trabajan entre todos para que Ucrania tenga un futuro, mientras que otros solo usan el tiempo para permanecer en el puesto«, declaró el Presidente. Claramente, Melnyk pertenece al grupo de los primeros.

Melnyk no esperó jamás por el diletante gobierno alemán, cuando el Ministerio de Defensa no le respondía el teléfono, él iba directamente a negociar con los privados, con las personas amables.

El Canciller Scholz en el visor

No solo criticó duramente a Steinmeier, criticó duramente a las estructuras del gobierno, particularmente a dos personas claves para las Relaciones Exteriores Alemanas, Jens Plötner y al actual Embajador Alemán en Washington, Andreas Michelis. Plötner es el actual Asesor de Política Exterior del canciller Alemán Olaf Scholz, para muchos es el hombre que tiene el decir en la política exterior alemana, incluso tiene más peso que la Ministra de Asuntos Exteriores. Muchos acusan a este diplomático de ser un »entendedor de Rusia« algo que a Melnyk no le gustó para nada. 

Con Scholz fue más lejos, cuando Steinmeier canceló su viaje a Kiev, Scholz expresó que tampoco viajaría. Automáticamente, Melnyk lo acusó de »salchicha enojada«, una frase típica alemana que se utiliza para decir que alguien se hace el ofendido, supuestamente sin tener razones. Pero el hombre que se juntaba con las personas amables de la industria armamentística privada alemana volvió a aprovechar la ocasión para declarar que la visita no es importante, »lo importante es que la coalición de gobierno ponga en práctica el envío de armas y cumpla con las promesas«.

Se fue con los objetivos cumplidos

Él sabe que fue duro, pidió disculpas, lo hizo en su penúltima entrevista antes de partir de Berlín. Él sabía que había cumplido los objetivos y la prueba fiel de eso —además de los datos— es como se plantó frente a esa entrevista, de manera tranquila y sin exaltarse, demostrando que ya había cumplido su tarea. Lo que logró, con el trajín de la guerra y la geopolítica actual, muchas veces pasa desapercibido, pero el negociador de Kiev y el que negoció con las personas amables, se lleva su nueva diplomacia a Brasil, donde sin dudas dará de qué hablar, lo que no sabemos es si sacará su artillería verbal, como lo hizo en Berlín.