60 mil millones de Euros es el saldo que el Ministro de Finanzas Alemán, Christian Lindner (FDP) no podrá utilizar bajo ningún concepto para financiar las políticas públicas alemanas. Esto fue determinado por el Tribunal Constitucional Federal de Alemania (Bundesverfassungsgericht) el pasado 15 de noviembre 2023. Un golpe duro a la coalición de gobierno, que ahora deberá de ahorrar y recortar, viéndose muy limitada para ambas cosas.
Durante la pandemia mundial del COVID-19 el Parlamento Alemán decidió aprobar un paquete de medidas para lograr mitigar el esfuerzo económico que suponía realizar para no trillar la economía nacional, entre esas medidas se aprobó tomar nueva deuda, pasando por encima del llamado »Schuldenbremse« el cual traducido literalmente como »Freno de deuda« es un mecanismo que mantiene a raya el sobreendeudamiento estatal, dicho de otro modo, pone un tope a la toma de deuda. Claro está, que al tratarse de una situación de crisis excepcional, el mismo quedó sin efecto. Para esto se creó un »Sondervermögen«, un fondo especial donde actuó como una bolsa en la cual poder recoger esa deuda estatal. Los 60 mil millones de euros estaban destinados a una autorización de crédito en el presupuesto suplementario de 2021 con el fin de combatir la pandemia. Sin embargo, los préstamos previstos no se utilizaron.
Ese dinero, esos 60 mil millones de Euros no tardaron en verse como provechosos, ya con el nuevo gobierno —durante la pandemia aún gobernaba Angela Merkel— se pensaba darle un uso, ya que se creía que su disponibilidad estaba asegurada, justificándose en que no se habían utilizado durante la pandemia. Es por esto que en febrero de 2022 fueron incluidos para financiar el programa »Klima- und Transformationsfonds « (KTF).
Klima- und Transformationsfonds (KTF)
Para entender bien el impacto del fallo del tribunal hay que comprender que son estos fondos y para qué se pensaban utilizar exactamente. Estos son un instrumento central para la protección climática y la transformación energética que Alemania quiere llevar a cabo entre 2024 y 2027. Se trata de un instrumento de inversión para promover la inversión en el desarrollo de tecnologías que permitan rápidamente alcanzar una independencia de los combustibles fósiles y una disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero. Dentro de esto se enmarca el objetivo de lograr una economía climática neutral.
La financiación por parte de estos fondos no solo abarca empresas u organismos, también contempla a los ciudadanos, por ejemplo, para lograr nuevos sistemas de calefacción más eficientes y menos contaminantes que los actuales a Gas. Los siguientes puntos constituyen un resumen de las áreas de acción contempladas:
- Alivio para la economía y los hogares en términos de costes energéticos.
- Apoyo para la economía en la transición a nuevos sistemas de calefacción, así como construcciones amigables con el clima.
- Programa para una transformación industrial hacia una más amigable con el clima y aumento en la producción de Hidrógeno verde
- Promoción de una movilidad amigable con el clima
La dramática advertencia de Robert Habeck
El Ministro de Economía, Robert Habeck (Bündnis 90/Die Grünen), uno de los grandes señalados, declaró que:
»Esto significaría que nos darán menos margen para estabilizar la situación económica alemana.«
No hay que olvidar la Guerra entre Rusia y Ucrania y el conflicto lateral que esta trae, la crisis energética, que también tiene un costo económico para Alemania, endeudándose de gran manera.
Ahorros en ayudas de desarrollo
Las alarmas internacionales se encendieron para aquellos que se hicieron eco de las declaraciones de Wolfgang Kubicki (FDP)
»Debemos poner todos los proyectos en el extranjero a prueba, el gasto en ayudas de desarollo lo debemos bajar a niveles de los países del G7 lo cual nos ahorraria millones de Euros.«
Uruguay y el Hidrógeno Verde
Uruguay y Alemania están unidos en una transición energética. Como declaró el Embajador Alemán en Uruguay Eugen Wollfarth:
»Alemania y Uruguay están unidas por estrechas relaciones políticas, sociales y exitosas relaciones económicas. Juntos conservamos paz, democracia y bienestar. Con nuestra nueva alianza energética cooperamos en lograr la transición energética.«
Esto se respalda con el interés presentado por Alemania en los últimos dos años en Uruguay, y la inversión en la producción de Energías Renovables, tales como el Hidrógeno Verde. Si bien aún no hubo un pronunciamiento claro, sobre dónde y cuánto se ahorrará específicamente, se espera un impacto en esta área.