A pesar del aumento de la presencia de rebeldes en el este del Congo en los últimos años, la misión de mantenimiento de la paz de la ONU debe concluir a finales de 2026. La situación actual, sin embargo, está llegando a un punto crítico y demuestra el fracaso de la comunidad internacional. Martin Kobler, ex-jefe de la misión de los Cascos Azules en el Congo, lamenta la falta de interés y pide que se estabilice la región en crisis lo antes posible.
La entrevista exclusiva con la Sociedad Uruguayo-Alemana de Política Exterior (DGAPUY) reafirma tanto la relevancia del debate en Uruguay sobre su papel en las Misiones de Paz como la necesidad de una estrategia clara ante conflictos internacionales que afectan directamente a las tropas propias.
Un conflicto viejo y la inacción internacional
El Congo es rico en recursos, ya que la región alberga entre el 60% y el 80% de las reservas mundiales de coltán. Las milicias locales controlan amplias zonas y las explotan a gran escala. Hay que distinguir entre las grandes milicias, como el M23, que actualmente se ha instalado en Goma, la capital de la provincia de Kivu Norte, y otras numerosas pequeñas bandas criminales.
Kobler estuvo allí entre 2013 y 2015 como Jefe de la Misión de mantenimiento de la paz MONUSCO. La milicia M23 fue aplastada bajo su liderazgo. Hoy critica la falta de prevención de conflictos por parte de la comunidad internacional, responsable en parte de la reactivación del conflicto: »La MONUSCO cuando yo era Jefe de Misión junto con el general brasileño Carlos Santos Cruz tenía en su momento 20.000 soldados con un mandato ofensivo claro. Hoy quedan apenas 10.000 y su presencia se está reduciendo, lo que facilita el avance de grupos armados.«
La tragedia de los soldados uruguayos y la importancia de la misión
El asesinato de un soldado uruguayo y otros heridos en recientes escaramuzas evidencia la fragilidad de la situación. El diplomático alemán, quien conoció y trabajó con tropas uruguayas durante su gestión en la ONU, expresó sus condolencias y resaltó la importancia del contingente uruguayo en la estabilización del Congo: »Uruguay tiene un ejército bien entrenado y comprometido. Su presencia es crucial para la protección de civiles y la estabilidad regional.«
El ex-embajador también destacó el profesionalismo y la dedicación de los soldados uruguayos en el terreno: »Si estoy bien informado, hay 650 soldados uruguayos en la misión. Es una tarea muy importante estabilizar el este del Congo.« Él también mencionó sus propias experiencias con las tropas uruguayas, a las que visitó en el Congo, y destacó su alto nivel de preparación, tanto en el Ejército como en la Armada. Subrayó la importancia de contar con grandes contingentes en el terreno, como lo han demostrado los uruguayos.
Ante las explicaciones de la DGAPUY sobre la situación interna en Uruguay en relación con la percepción política y pública de los acontecimientos, Kobler reaccionó sin rodeos: »Entiendo la pregunta sobre qué tiene que ver Uruguay con África Central, pero se trata de un servicio a las Naciones Unidas para proteger a los más vulnerables. Francia no necesita ser protegida, Alemania tampoco, aquí tenemos a la OTAN, nosotros no necesitamos protección.«
Además, señaló el papel de Ruanda en el conflicto. El país vecino ha apoyado al M23 con el argumento de proteger a la población Tutsi en el Congo, pero este respaldo constituye una violación del derecho internacional. Ruanda debe retirar sus tropas y cesar su apoyo al M23. En este sentido, la comunidad internacional debe aumentar la presión, y tampoco se deberían descartar sanciones.
Una crisis humanitaria ignorada
Visiblemente indignado y conmocionado, el diplomático nacido en Stuttgart relató que su labor pasada como Jefe de la Misión tenía poco en común con la situación actual: »Quizás escuchen el enojo en mi voz«, repitió en varias ocasiones, ya que, en su opinión, «este conflicto tiene el potencial de convertirse en una guerra regional». Para él, la dimensión humanitaria de la crisis es la más urgente.
Kobler, quien en una entrevista anterior con la DGAPUY expresó su preferencia por misiones en lugares inestables antes que en París, Londres, Washington o Roma, se ha visto profundamente afectado por la situación en el Congo. Su vocación por el contacto directo con las personas lo ha llevado a trabajar incansablemente por los más vulnerables y olvidados. Aún hoy sigue comprometido con estas causas, entre otras, a través de su labor en la organización Diplomats without Borders.
Para ilustrar la magnitud alarmante de la crisis humanitaria en el Congo, más allá de las consecuencias militares, Kobler añadió: »Hoy hay siete millones de desplazados, el doble de la población de Uruguay. En solo dos semanas, 400.000 personas han huido a Goma. «La falta de acceso a agua potable, la escasez de alimentos y la propagación de enfermedades como la Malaria y el Cólera agravan aún más la situación.
Él señala que la comunidad internacional centra su atención en otros conflictos, como la guerra en Ucrania o la crisis en Medio Oriente, dejando al Congo en un segundo plano. »El Congo está en el corazón de África, pero parece que a nadie le importa. El sufrimiento humano allí es enorme«, lamentó.
El futuro del conflicto y el papel de Uruguay
El diplomático europeo es pesimista sobre una solución rápida porque »el M23 está bien asentado en Goma y no hay voluntad política para actuar. La Unión Europea está débil, Estados Unidos está distraído y Alemania está en campaña electoral. En resumen, no se ve bien«, admite.
Junto con el General Santos Cruz las milicias fueron combatidas bajó la dirección de la MONUSCO de forma efectiva: »las derrotamos como fuerzas de la ONU, también junto al ejército congoleño. Esta vez eso no ocurrió.«
En consecuencia, Kobler reafirma una vez más la importancia de la presencia del país sudamerica en la MONUSCO: »Uruguay desempeña un papel fundamental en la ONU. No es solo cuestión de geopolítica, sino una cuestión de principios: las Naciones Unidas protegen a los más vulnerables, y los soldados uruguayos son parte de esta misión.«
