Uruguay es uno de los países más pequeños de América del Sur. Con 3,5 millones de habitantes, también es un país pequeño desde el punto de vista demográfico. Por su ubicación geoestratégica, su economía estable y, sobre todo, su tradición democrática, Uruguay sigue siendo un socio relevante para Europa en América Latina.
El país situado en la desembocadura del Río de la Plata se ha mantenido firmemente del lado de la democracia y la paz durante décadas y, en vista de las recientes guerras y crisis en todo el mundo, el país también se ha convertido en un socio ideal para Alemania en las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales. La estrategia de política exterior de Uruguay apunta a alinearse con estados internacionalmente influyentes y económicamente fuertes que comparten los mismos valores políticos y sociales.
En este contexto, Alemania goza de una gran reputación en Uruguay. Alemania es el socio europeo más importante de Uruguay en el comercio exterior y juega un papel clave, particularmente en la transición energética del país a las energías renovables, con la presencia de varias empresas alemanas. Las relaciones entre Alemania y Uruguay se ven fortalecidas no sólo por la presencia de organizaciones intermediarias y fundaciones políticas alemanas, sino también por un sólido panorama institucional germano-uruguayo de escuelas y asociaciones culturales que se han ido formando a lo largo de la historia de la inmigración alemana durante más tiempo. de 150 años. Hoy en día, sólo en la capital, Montevideo, hay más de 10 asociaciones culturales germano-uruguayas.
Una publicación de Nahuel González Frugoni, codirector de la Sociedad Uruguayo-Alemana de Política Exterior, y del Dr. Marco Just Quiles, subdirector general de la Stiftung Verbundenheit y director de proyecto para América Latina.